Por definición, se entiende por pueblos mágicos a las localidades con atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad o magia que emanan en cada una de sus manifestaciones socio-culturales y que significan hoy una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico.
Entre las ciudades que he podido recorrer se encuentran algunos de ellos. En esta oportunidad, quisiera contar sobre mi experiencia al recorrer Xico, Coatepec y Orizaba. Todos ellos, localizados en Veracruz.
XICO
Xico es un pequeño pueblo cercano a Xalapa, Veracruz. Llegar a él es muy sencillo: basta con tomar un autobús en terminal de autobuses de "Los Sauces". El costo del boleto sencillo es de $20 pesos. El tiempo de recorrido es de aproximadamente 30 minutos, en los cuales se observan paisajes montañosos a los que el clima dota con nubes grises, lo que le da un aspecto melancólico muy genial.
Se dice que Xico obtiene su nombre de un grupo de personas que se asentaron sobre los vestigios de la cultura totonaca y olmeca en la zona, bautizándolo como "Xicochimalco" en el año 1313. Posteriormente, en 1479 los aztecas sometieron a los pobladores del lugar hasta que en el 1519, Hernán Cortés y sus expedicionarios arribaron al sitio, denominándolo como "la puerta de las montañas de América".
Entre 1525 y 1530, con la evangelización franciscana, se agregó al nombre del pueblo Santa María Magdalena de Xicochimalco, erigiendo una iglesia en su honor en lo que actualmente es la plaza principal.
Se dice que Xico obtiene su nombre de un grupo de personas que se asentaron sobre los vestigios de la cultura totonaca y olmeca en la zona, bautizándolo como "Xicochimalco" en el año 1313. Posteriormente, en 1479 los aztecas sometieron a los pobladores del lugar hasta que en el 1519, Hernán Cortés y sus expedicionarios arribaron al sitio, denominándolo como "la puerta de las montañas de América".
Entre 1525 y 1530, con la evangelización franciscana, se agregó al nombre del pueblo Santa María Magdalena de Xicochimalco, erigiendo una iglesia en su honor en lo que actualmente es la plaza principal.
Iglesia de Santa María Magdalena
Lo festivo de Xico es la "xiqueñada", que consiste en soltar toros bravos por las calles para ser toreados por la población. Esta tradición ocurre cada 22 de julio. Lo que se dice que es mandatorio probar en Xico, es el mole (más dulce que el poblano) y el licor de mora.
En lo personal, no tuve oportunidad de probarlos. Sucede que cuando llegué, para mi mala suerte estaban arreglando las calles más pintorescas o representativas, por lo que era imposible transitar por ellas. Además, los espacios restantes, no fueron de mi agrado totalmente: el pueblo olía a incienso y copal, como si se tratara de una mezcla de idolatría y brujería.
Por esa razón, mejor decidí continuar mi camino en otro pueblo: Coatepec.
COATEPEC
Coatepec se destaca por ser una zona cafetalera. Sus edificaciones son de tipo colonial y por lo agradable del clima, es ideal para caminar y disfrutar un buen rato de relax. Llegar desde Xalapa o Xico es igualmente fácil, pues podríamos decir que se encuentra entre ambas. El costo del boleto de autobús es de $10 pesos y el tiempo de recorrido desde ambas es de 15 minutos aproximadamente.
Parroquia de San Jerónimo
El parque central está formado por un kiosko donde se encuentra una cafetería, rodeado de jardineras y un orquideario. El clima es por lo general fabuloso para disfrutar un buen café con pan dulce y sentarte a reflexionar.
Kiosko, parque central de Coatepec
Lo mismo puedes pararte a recorrer los alrededores y encontrar postales dignas de retratar. En mi experiencia, dado que el clima fue muy benigno, con mi cámara pude capturar algunas escenas pintorescas.
Capilla de la Luz
Un punto muy destacable es el buen clima que predomina en la zona. Por buen clima me refiero a un ambiente templado, ligeramente frío, que te permite deambular sin incomodidades. La temperatura promedio en el año es de 19°C. La arquitectura que predomina en el centro, es del siglo XIX y se caracteriza por calles trazadas con regularidad entre ellas, casas con altísimos techos de teja, amplios aleros y balconería bellamente forjada.
Iglesia de Guadalupe
Se dice que el café llegó a estas tierras a fines del siglo XVIII, importado por los españoles desde Cuba. Las condiciones tan propicias del clima, permitieron que rápidamente el cultivo se hiciera famoso por su calidad, convirtiéndose en café de altura. Las variedades más encontradas son Typica, Bourbon, Mondo Novo y Garnica.
Ya que es imprescindible probar esta bebida, en Coatepec encontré un lugar que vale la pena conocer. Se llama "Chuchita" y se ubica en la cuarta calle de colón. Lo interesante de este establecimiento es que el café que venden lo producen ellos mismos en una finca aledaña al pueblo. Los costos son accesibles y la calidad de su servicio es muy buena. Para que se den una idea: el costo de un café lechero para llevar es de $26 pesos.
Cafetería "Chuchita"
Concluyendo con este pueblo mágico, creo que es una buena opción para pasar una tarde-noche agradable con buena compañía. Por fortuna, no se requiere de un presupuesto muy grande para hacerlo, sólo basta un poco de tiempo y disposición.
ORIZABA
Ubicada en el centro geográfico de Veracruz, en la región de las grandes montañas, es la cuarta área metropolitana del estado. Se le conoce también como "la ciudad de las aguas alegres" por su origen en náhuatl. Fue uno de los sitios con mayor desarrollo económico durante el Virreinato de la Nueva España por ser un punto de paso obligatorio para descansar en la ruta entre la Ciudad de México y el Puerto de Veracruz.
Iglesia San José de Gracia
Para recorrer esta ciudad, una vez que llegas a la Terminal de Autobuses de Orizaba (TAORI), lo que puedes hacer es salir de ella y caminar a mano izquierda sobre la avenida Poniente 7. A lo largo de ella, se encuentran varios atractivos que no te puedes perder.
Uno de ellos es la iglesia de San José de Gracia. Fue construida por los franciscanos en el siglo XVIII y ha sido testigo de la historia de la ciudad. Entre tantas cosas, fue utilizada como cuartel militar por las tropas francesas que invadieron México en la época de Maximiliano y Benito Juárez.
Iglesia San José de Gracia
Adjunto a sus instalaciones se encuentra el ex convento, en el que se organizan recorridos cada fin de semana por el costo de $50 pesos. Los boletos están a la venta en las taquillas del teleférico.
Teleférico y Cerro del Borrego
El teleférico es de inauguración reciente. Parte de la llamada "Plaza Río" hacia la cima del Cerro del Borrego, misma que fue convertida en un eco parque. El costo del boleto es de $30 pesos de lunes a viernes y $50 pesos los fines de semana. El tiempo de recorrido es de 6-8 minutos aproximadamente y la vista que se obtiene desde ahí es espectacular. A la entrada del eco parque hay un mirador que da a la ciudad, generando una muy grata impresión.
Vista desde el mirador en la cima del Cerro del Borrego
El ambiente en el eco parque es de tranquilidad y esparcimiento. El buen clima aunado a la ambientación del sitio, favorecen la recreación y la reflexión sobre nuestro pasado. Digo lo anterior, porque en ese cerro se libró en junio de 1862 una batalla encarnizada entre tropas francesas y mexicanas.
Museo de la Batalla del Cerro del Borrego
La noche del 13 de junio, mientras las tropas mexicanas se encontraban acampando y durmiendo en la cima del Cerro del Borrego, un soldado desertor y traidor delató las posiciones estratégicas de la defensa del lugar, situación aprovechada por el ejército francés al mando del Conde de Lorencez para atacar por sorpresa y destruir la resistencia mexicana.
El saldo fue negativo para México, pues se perdieron 2000 vidas en el sitio. Aún se conservan restos del fuerte que defendieron los mexicanos y como recuerdo de la masacre, las tropas francesas enterraron los cuerpos en una cueva y colocaron una cruz de hierro. Justo a un lado del fuerte, se encuentra un museo donde se exhiben, entre otros objetos, armas y banderas relacionadas con este suceso.
Restos del fuerte del Cerro del Borrego
Palacio Municipal
El palacio municipal de Orizaba es el más grande y moderno que tiene el Estado de Veracruz. Lo interesante de este lugar es la obra que pintó el muralista José Clemente Orozco. Este mural, de nombre "Revolución Social", habla sobre los contrastes de la revolución mexicana que surgió a principios del siglo XX.
El artista plasmó en esa pared la realidad observada en el atrio de la iglesia de San Miguel, en la época mencionada. A la izquierda se observa un grupo de mujeres llorando la muerte de un soldado, mientras que a la derecha se observa la alegría de recibir un soldado vivo. Arriba y al centro, se encuentran los campesinos y gente de la clase trabajadora luchando con unidad y fuerza. Quizás el mensaje que Clemente Orozco quiso transmitir a las generaciones futuras de mexicanos, es que salir adelante a pesar de las circunstancias adversas, es posible.
Mural de José Clemente Orozco en el Palacio Municipal de Orizaba
Ahí mismo, se encuenta un museo gratuito donde se pueden observar algunos elementos interesantes. Particularmente llamó mi atención dos retratos de los Emperadores Maximiliano y Carlota de México. Ellos acudían de forma relativamente frecuente a Orizaba para relajarse y disfrutar de las bellezas de los alrededores de la ciudad.
Retrato del Emperador Maximiliano de México
Retrato de la Emperatriz Carlota de México
En el mismo museo, se puede conocer la historia de la monja Alférez. Este personaje, cuyo nombre original es Catalina de Erauso y Pérez Galarraga, nació en San Sebastián Guipuzcoa, España en 1585. Abandonó a los 15 años el convento donde se encontraba para marcharse al continente americano. Justamente en Chile, se enroló en el ejército español vestida como hombre y alcanzó el grado militar de alférez. Sin embargo, fue capturada en Perú y enviada a España.
Representación de la Monja Alférez
En su país natal, el rey conoció su historia y la bautizó como "la monja Alférez". Posteriormente conoció al Papa Urbano VIII, quien admirado por sus hazañas, le permitió seguir vistiendo como hombre. Después, en 1630 aproximadamente volvió a la Nueva España, estableciéndose en Orizaba con una empresa de transporte de mercancías entre la Ciudad de México y el Puerto de Veracruz. Murió en esta ciudad y sus restos descansan en la iglesia de San Juan de Dios.
Palacio de Hierro
El Palacio de Hierro de Orizaba es obra de Gustave Eiffel, el mismo constructor de la torre Eiffel en París y diseñador de la Estatua de la Libertad en Nueva York. Este edificio se considera el único palacio metálico Art Nouveau en el mundo.
Palacio de Hierro
Históricamente fungió como sede del gobierno orizabeño, pero en la actualidad, el recinto alberga 5 museos gratuitos: museo de la cerveza, museo cuna del fútbol, museo de orígenes de Orizaba, museo de banderas de México y el planetario Rodolfo Neri Vela. Para infortunio mío, todos los museos se encontraban en trabajos de conservación y remodelación por lo que no se encontraban abiertos al público.
En conclusión, en términos generales vale la pena conocer los pueblos mágicos mencionados aquí. El esparcimiento, la diversión y el encuentro cultural están más que garantizados. ¡Hasta la próxima!
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