En días recientes he pensado mucho acerca de la importancia de generar recursos financieros para sembrar en ministerios o personas con necesidad, además de mejorar nuestra calidad de vida a través de la adquisición de mejores bienes, servicios, etcétera.
Al respecto, la Biblia dice que Dios a fin de confirmar Su pacto con el pueblo de Israel, le dio la capacidad de hacer riquezas. Una mentalidad estrictamente religiosa pensaría que Dios confirmaría Su pacto haciendo milagros sorprendentes como resucitar un muerto, enviando un ángel para despedazar a los enemigos de Su pueblo en batalla, o algo por el estilo. Pero no. Para fines prácticos, Dios decidió en Su soberanía hacerlo dándole a Su pueblo la gracia de prosperar:
"Mas acuérdate del Señor tu Dios, porque Él es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar su pacto, el cual juró a tus padres como en este día". Deuteronomio 8:18.
Veámoslo de esta manera: Israel se encontraba a las puertas de la tierra prometida. Para poseer la tierra, tendrían que derrotar en batalla a los pueblos que ahí se encontraban. Después de someterlos y arrebatarles sus riquezas (oro, plata, , casas, tierras, etc.), los israelitas se establecerían para someter la tierra y dominarla para siempre. Pero para lograr este dominio permanente, tendrían que labrar y cosechar sus propios cultivos, construir sus propias casas, reproducir su ganado, multiplicar su oro y su plata, etcétera, con la única condición de NO olvidar a Jehová su Dios. Esto lo vemos en el mismo capítulo de Deuteronomio 8, versículos 11 al 14:
Como observamos, a Dios NO le desagrada la idea de enriquecer a Su pueblo. Lo que sí le molesta, es que nuestro corazón se desvíe tras la misma prosperidad que Él nos dio. Después de todo, dondequiera que el Señor te mueva o envíe, necesitarás dinero.
Por otro lado, la bendición financiera de Dios no es exclusiva de Su iglesia. Existen numerosos ejemplos de hombres y mujeres no cristianos que han prosperado porque Dios así lo ha permitido. Al respecto, no debemos olvidar que la Biblia también señala que "Él hace salir Su sol sobre malos y buenos, sobre justos e injustos" (Mateo 5:45).
Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
Como observamos, a Dios NO le desagrada la idea de enriquecer a Su pueblo. Lo que sí le molesta, es que nuestro corazón se desvíe tras la misma prosperidad que Él nos dio. Después de todo, dondequiera que el Señor te mueva o envíe, necesitarás dinero.
Por otro lado, la bendición financiera de Dios no es exclusiva de Su iglesia. Existen numerosos ejemplos de hombres y mujeres no cristianos que han prosperado porque Dios así lo ha permitido. Al respecto, no debemos olvidar que la Biblia también señala que "Él hace salir Su sol sobre malos y buenos, sobre justos e injustos" (Mateo 5:45).
Hace unas semanas tuve la oportunidad de adquirir la biografía política del magnate Carlos Slim. Este libro fue escrito por Diego Enrique Osorno y en él menciona algunos aspectos que de acuerdo con su retratado, han sido cruciales para el éxito económico de sus empresas. Para que nos demos una idea de la relevancia económica del señor Slim, basta con mencionar que es el hombre más acaudalado de México y según la revista Forbes es el primer hombre originario de un país tercermundista en conseguir la cima de la revista como el hombre más rico del mundo (actualmente es el número 7) y uno de los 75 hombres más ricos en la historia de la humanidad (junto con John D. Rockefeller, el zar Nicolás II de Rusia, Henry Ford, el faraón Amenofis III, el rey Guillermo II de Inglaterra, la emperatriz Cleopatra, por mencionar algunos).
Yo no sé si el señor Carlos Slim sea justo, injusto, bueno o malo. De lo que sí estoy convencido es que Dios le ha permitido acumular su fortuna y que seguramente ha tenido que desempeñarse bien en muchas cosas para llegar al lugar en el que está. Debido a que la finalidad de este blog es compartir escritos edificantes, quisiera mencionar el decálogo que Carlos Slim elaboró para trascender con sus empresas en el mundo de los negocios. Si acaso has pensado en iniciar algún tipo de actividad relacionada, esto te podría ser de utilidad:
DECÁLOGO DE LAS EMPRESAS DE CARLOS SLIM
1) Estructuras simples, organizaciones con mínimos niveles jerárquicos, desarrollo humano y formación interna de las funciones ejecutivas. Flexibilidad y rapidez en las decisiones. Operar con las ventajas de la empresa pequeña que son las que hacen grandes a las grandes empresas.
2) Mantener la austeridad en tiempos de vacas gordas fortalece, capitaliza y acelera el desarrollo de la empresa; asimismo evita los amargos ajustes drásticos en las épocas de crisis.
3) Siempre activos en la modernización, crecimiento, capacitación, calidad, simplificación y mejora incansable de los procesos productivos. Incrementar productividad, competitividad, reducir gastos y costos guiados siempre por las más altas referencias mundiales.
4) La empresa nunca debe limitarse a la medida del propietario o del administrador. No sentirnos grandes en nuestros pequeños corralitos. Mínima inversión en activos no productivos.
5) No hay reto que no podamos alcanzar trabajando unidos con claridad de los objetivos y conociendo los instrumentos.
6) El dinero que sale de la empresa se evapora. Por eso reinvertimos las utilidades.
7) La creatividad empresarial no sólo es aplicable a los negocios, sino también a la solución de muchos de los problemas de nuestros países. Lo que hacemos a través de las fundaciones del grupo.
8) El optimismo firme y paciente siempre rinde frutos.
9) Todos los tiempos son buenos para quienes saben trabajar y tienen con qué hacerlo.
10) Nuestra premisa es y siempre ha sido tener muy presente que nos vamos sin nada; que sólo podemos hacer las cosas en vida y que el empresario es un creador de riqueza que administra temporalmente.
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