Aún me cuesta creer que mañana es el día del campamento Decídete 2016. ¡El tiempo pasa volando! Pero lo que todavía me cuesta más creer es que ¡fui invitado como conferencista!
Debo decir que el lugar donde se llevará a cabo el evento me trae muchos recuerdos especiales. Es un sitio en donde Dios habló a mi vida hace poco más de 5 años. En aquella oportunidad iba en calidad de asistente al campamento organizado por la Iglesia Valle de Bendición del pastor Cándido Ceballos y era mi deseo ferviente que el Señor me hablara y tocara mi vida.
Por supuesto, Su gracia como siempre fue abundante para mí y recibí muchas palabras que una a una se han ido cumpliendo sin falta. Aún recuerdo cuando la pastora Zachiel López me profetizó o cuando el profeta Víctor Arias me comunicó lo que debía saber de parte de Dios. Hoy doy testimonio que en ese evento Dios cambió mi vida y lo que ocurrió en ese lugar se convirtió en un auténtico parte aguas en mi caminar con Cristo.
Podría decirse que "El Bajío" es para mí lo que para el patriarca Abraham representó ese lugar entre Betel y Hai donde invocó el nombre del Señor (Génesis 12:8). Tiempo más tarde, Abraham volvería de Egipto e invocaría el nombre de Jehová en ese mismo lugar (Génesis 13:4). Prometo hablar de la relevancia que esto tuvo en la vida del patriarca, más adelante en otra entrada del blog. Por lo pronto, debo decir que así como le pasó a Abraham, muchos meses han transcurrido en mi vida y hoy tengo el privilegio de invocar Su Nombre en un mismo sitio y hablarle a otros jóvenes acerca de lo que el Señor puede y quiere hacer en sus vidas. Convencido estoy que Él está levantando en este tiempo una nueva generación de adoradores comprometidos y rendidos totalmente a Su voluntad. Por eso apenas "me cae el veinte" de la enorme responsabilidad que implica participar aquí.
Agradezco a los pastores Ángel de Jesús y Adela Rodríguez de la iglesia Shekinah de Nanchital la confianza de haberme invitado, así como a los líderes juveniles que tuvieron a bien contactarme. Espero que Dios honre el esfuerzo que hacen por llevar a cabo este campamento y que el propósito divino se cumpla en cada persona y familia representada en el lugar,
Sin más por el momento, los dejo, voy a trabajar. Si te tomaste el tiempo para leer esto, en serio, ¡muchas gracias! Dios los bendiga a todos, saludos y abrazos fuertes.
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