En la actualidad vivimos una de las
épocas más difíciles de las que se tenga memoria en años recientes. El anuncio
de una pandemia por parte de la Organización Mundial de la Salud ha puesto al
mundo de cabeza. Las escuelas, los negocios y los aeropuertos han cerrado,
mientras que los hospitales en países como Estados Unidos, España e Italia se
encuentran al borde del colapso. Al afectarse la salud de la gente, la dinámica
social y las condiciones económicas que conocíamos hasta hace unos meses, se
han afectado dramáticamente. No es extraño para ninguno de nosotros que por
desgracia, existe gente que se ha visto en la necesidad de recurrir al saqueo
para subsistir.
Esta clase de circunstancias no son
ajenas a la Biblia. En el contexto del antiguo Israel, cuando Elías visitó a la
viuda de Sarepta, 1 Reyes 17:12 dice:
Pero ella respondió: Vive el SEÑOR tu
Dios, que no tengo pan, sólo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco
de aceite en la vasija y estoy recogiendo unos trozos de leña para entrar y
prepararlo para mí y para mi hijo, para que comamos y muramos. 1 Reyes 17:12
(LBLA).
El mismo pueblo de Dios al cual el
Señor le había dado la capacidad de hacer riquezas, literalmente moría de
hambre porque había dejado de llover sobre la tierra a causa de la idolatría
del pueblo de Dios. Aquellos que fueron escogidos para ser un pueblo santo, le dieron
la espalda a Dios para adorar a baal. Hoy en día no llevamos ídolos físicos a
la casa de Dios, pero los llevamos en el corazón. La idolatría es un pecado muy
sutil que se arraiga en nuestros corazones. En el libro titulado "Dioses
en Guerra", el pastor Kyle Idleman lo describe así:
"La idolatría no es apenas uno de
muchos pecados; más bien se trata del gran pecado del que se desprenden todos
los otros. Así que si comenzamos a escarbar en el terreno de cualquier lucha
que estemos enfrentando, finalmente descubriremos que debajo de todo hay un
dios falso. Mientras ese dios no sea destronado y Dios el Señor ocupe su justo
lugar, no alcanzaremos la victoria. La idolatría no es una cuestión; es
la cuestión".
Si la mala noticia es que todos somos
susceptibles de almacenar falsos ídolos en nuestro corazón, la buena noticia es
que Dios tiene el control de nuestros corazones. Él permite la calamidad y la
falta de lluvia sobre nuestra tierra para que nuestro corazón vuelva a Él.
Cuando el profeta Elías confrontó a los falsos profetas de baal, su oración
fue:
Respóndeme, Jehová, respóndeme, para
que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti
el corazón de ellos. 1 Reyes 17:38 (RVR 1960).
En palabras del rey Salomón,
proverbios 21:1 dice:
El corazón del rey es como un arroyo
dirigido por el Señor, quien lo guía por donde él quiere. Proverbios 21:1
(NTV).
ORACIÓN DE HOY: "Señor, permite que en estos
tiempos de dificultad, nuestro corazón se vuelva hacia el único digno de gloria
y alabanza: Cristo Jesús".
PUNTOS ESPECÍFICOS DE ORACIÓN:
1) Que el Señor vuelva nuestro corazón
a Él.
2) Que el corazón de cada uno de los
miembros de nuestras familias se vuelva en devoción y amor por Dios.
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