Vino palabra del
SEÑOR a Jonás, hijo de Amitai, diciendo: Levántate, ve a Nínive, la gran
ciudad, y proclama contra ella, porque su maldad ha subido hasta mí. Pero Jonás
se levantó para huir a Tarsis, lejos de la presencia del SEÑOR. Y descendiendo
a Jope, encontró un barco que iba a Tarsis, pagó el pasaje y entró en él para
ir con ellos a Tarsis, lejos de la presencia del SEÑOR. Y el SEÑOR desató sobre
el mar un fuerte viento, y hubo una tempestad tan grande en el mar que el barco
estuvo a punto de romperse. Los marineros tuvieron miedo y cada uno clamaba a
su dios; y arrojaron al mar la carga que estaba en el barco para aligerarlo.
Pero Jonás había bajado a la bodega del barco, se había acostado y dormía
profundamente.
Jonás 1:1-5 (LBLA).
Esta es una de las historias más
interesantes de la Biblia. En este relato, vemos que la desobediencia de un
profeta de Dios trajo serias consecuencias para el lugar donde se
encontraba. Una persona que había sido escogida para el servicio fiel a Dios,
incurrió en una falta deliberada y por su culpa, la economía de una empresa se
vio seriamente afectada. Dios cierra los cielos sobre territorios
específicos a causa de la desobediencia de Su pueblo.
En la historia de Jonás, vemos algunos
detalles interesantes:
1) Encontró un barco que iba a Tarsis: Jonás recibió la indicación de ir a Nínive, pero estaba
empeñado en llegar a otro lugar. Invirtió su tiempo buscando la manera de tomar
una dirección contraria a la voluntad de Dios.
2) Pagó el pasaje: Jonás
utilizó sus recursos financieros para evadir las indicaciones de Dios. La
provisión que Dios le había dado la empleó para ir lejos de la presencia del
Señor.
3) En medio de la tempestad, Jonás se acostó y durmió: Aquí se revela el corazón de Jonás.
Era un hombre con llamado y con propósito que, a pesar de escuchar a Dios, su
espíritu estaba dormido a causa del pecado en su interior.
Por desgracia, el pecado habita en
nosotros y los errores que cometió Jonás los podemos cometer el día de hoy.
¿Dios nos ha dado una instrucción a través de Su Palabra y hemos buscado la
forma de evadirla? ¿Hemos utilizado nuestro dinero para cosas contrarias a la
voluntad de Dios? ¿Hemos permitido que el dinero nos aleje de Su presencia?
¿Nuestro espíritu se ha apagado a causa del pecado? ¿Hemos perdido la pasión
por servir fielmente a Dios? Son algunas preguntas que cada uno de nosotros
debería responder a solas con el Señor. En este tiempo donde la pandemia
amenaza con la pérdida de empleos y con la estabilidad económica de miles de
personas, cabe cuestionar a Dios si los miembros de Su Iglesia tenemos algo que
ver con todo esto.
El capitán
se le acercó y le dijo: ¿Cómo es que estás durmiendo? ¡Levántate, invoca a tu
Dios! Quizás tu Dios piense en nosotros y no pereceremos. Jonás 1:6 (LBLA).
El capitán del barco perfectamente
puede representar a las autoridades que no saben cómo responder ante la
emergencia que se vive. La respuesta que necesitan se encuentra en Cristo Jesús
y esa Verdad, la tenemos los hijos de Dios. El apóstol Pablo lo expresó de esta
manera:
“Porque el anhelo ardiente de la
creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque también
la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad
gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una,
y a una está con dolores de parto hasta ahora”. Romanos 8:19, 22, 23
Si Dios permitió que los cielos se
cerraran y una cuantiosa carga se perdiera para que uno de sus siervos
recapacitara, ¿qué podría hacer el Señor para que toda una iglesia recapacite?
ORACIÓN DE HOY: "Señor, te pedimos perdón por la
desobediencia de tu iglesia. Perdónanos por fallarte al emplear mal nuestro
tiempo y nuestro dinero, buscando cosas que nos alejan de tu presencia. Abre
los cielos sobre nuestra ciudad y nación. Concédenos el volvernos a Ti con todo
nuestro corazón, obedeciendo Tu Palabra y siendo fieles en el servicio".
MOTIVOS DE ORACIÓN:
1.- Que el Señor nos perdone si hemos
buscado formas de evadir las instrucciones de Su Palabra.
2.- Que el Señor nos enseñe a utilizar
sabiamente el tiempo y dinero para honrarlo.
3.- Que nuestras autoridades
espirituales sirvan con fidelidad a Dios, utilizando sabiamente su tiempo y
dinero.
4.- Que las autoridades de nuestro
país vuelvan Sus ojos a Dios para responder con sabiduría en esta pandemia.
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