“Eliseo el Menospreciado”
Elías
era un hombre de campo, de la región de Galaad. Como sabemos, la gente de campo
es por lo general muy noble, pero no necesariamente tiene los mejores modales. En 1 Reyes 19:19, Elías ve a Eliseo con los bueyes
y literalmente se dice que “le arrojó su manto”. Esto debió ser un enorme
privilegio para el joven Eliseo y seguramente se sintió muy halagado (yo me
sentiría así). Pero tal parece que el gusto le duró apenas un versículo porque
en el 20 notamos que cuando Eliseo pregunta si puede despedirse de su padre,
Elías no lo trata muy bien que digamos al responderle: “Vuélvete, ¿qué te he
hecho yo?”.
En
2 Reyes 2 vemos que al menos en tres ocasiones Elías intenta deshacerse de
Eliseo. El proceso de Eliseo no es tan fácil como parece: su maestro intenta
evadirlo por todos los medios. Por si fuera poco, el versículo 5 menciona que
los llamados “hijos de los profetas” increpan a Eliseo de la siguiente manera:
“¿sabes que hoy el Señor quitará a tu señor de sobre ti?”.
La
palabra señor en el original hebreo se escribe adón que significa
“controlador, amo, dueño”. Si sustituimos estos términos en la frase que leímos
arriba, tenemos entonces: “¿sabes que hoy el Señor quitará a tu controlador,
amo y dueño de sobre ti?”. ¿Pueden notar la frialdad de sus palabras? ¿Perciben
la tensión cortante que se respira en ese momento? En otras palabras, los hijos
de los profetas le están diciendo a Eliseo: “no eres más que la posesión o el
esclavo de Elías”. Poco faltó para que le llamaran “lame botas”. Sin embargo,
el joven profeta se limitó a responder: “Sí, lo sé. Callad”.
Es
difícil pensar que hijos de hombres de Dios pudieran increpar a un joven siervo
del Señor como Eliseo. Pero más adelante vemos en 2 Reyes 2:23, cuando Elías
había sido arrebatado al cielo, que “unos muchachos” se burlaron
de Eliseo al gritarle: “¡sube calvo, sube calvo!”. En otros términos, le estaban
diciendo: “no eres más que un tipo sin cobertura”, “eres un don nadie”,
“intenta subir al cielo como tu maestro Elías si es que puedes”. La palabra
“muchachos” en el hebreo es náar que significa “infante, adolescente,
hijo, criado, servidor, siervo, sirviente”. Con esta definición la Biblia
denota que no eran ignorantes del servicio a Dios. Después de todo, Isaac fue
llamado así en Génesis 21:5-12 cuando tenía 28 años mientras que José fue
denominado de la misma forma en Génesis 41:12 cuando tenía 29 o 30 años.
Lo
más interesante de toda esta historia, y que creo que es lo que mejor apoya mi
teoría, es que Eliseo no pidió “una doble porción” de la unción de Elías
solamente porque sí. Elías literalmente le dijo en 2 Reyes 2:9: “pide lo que
quieras que yo haga por ti”. Elías tenía en ese momento la opción de elaborar
una lista enorme de demandas y caprichos, pero se limitó a mencionar la doble
porción, porque precisamente una doble porción de la herencia estaba reservada
por la ley de Dios al hijo primogénito de una mujer repudiada. En
Deuteronomio 21:15.17 se lee:
“Si un hombre tiene dos
mujeres, una amada y otra aborrecida, y tanto la amada como la aborrecida le
han dado hijos, si el primogénito es de la aborrecida, el día que reparta lo
que tiene entre sus hijos, no puede él hacer primogénito al hijo de la amada
con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito, sino que
reconocerá al primogénito, al hijo de la aborrecida, dándole una porción doble
de todo lo que tiene, porque él es el principio de su vigor; a él pertenece el
derecho de primogenitura”.
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